viernes, 26 de marzo de 2010

¡NUESTRO DIARIO DE BURGOS...!

Aquí os presento los artículos que publican "los profesionales" de nuestro Diario de Burgos: ¡pero que verdaderos artistas!








La noticia explica la aparición de Isabel Barroso, una chica asesinada en Burgos hace tres semanas, aproximadamente, a manos de su pareja, y su cadáver apareció en su propio coche al día siguiente del fallecimiento.


Me parece indignante encontrar en este tipo de noticias -muy serias- los errores de expresión que presenta.

También estoy escribiendo una carta para quejarme al Diario de Burgos, ya os iré informando al respecto.


Para que podais leer la noticia, os la copio aquí, aunque también la podeis ver en la página oficial del Diario de Burgos digital, en el siguiente enlace:

http://www.diariodeburgos.es/noticia.cfm/Local/20100306/ex/cerro/llave/coche/donde/mato/isabel/olvido/movil/dentro/305317DA-FCCA-118A-AAF83C204976B694

El ex cerró con llave el coche donde mató a Isabel y olvidó su móvil dentro

I.E./P.C.P. / Burgos
Terminó cantando, pero no fue fácil. José Ángel C.A., el ex novio de Isabel Barroso -la joven de 27 años hallada muerta a puñaladas a mediodía del jueves en un garaje al aire libre de la calle Severo Ochoa- se dio por vencido tras casi ocho horas de interrogatorio en la Comisaría. Lo hizo en su propia casa. Bueno, exactamente en el garaje subterráneo de su domicilio. Allí entregó a los inspectores de la Policía Nacional el cuchillo de 20 centímetros de hoja con el que asestó a la joven las dos puñaladas -certeras y en el pecho- que acabaron con su vida. Y en ese mismo escenario confesó la autoría del homicidio.La Policía Nacional siguió desde el primer momento el rastro del ex novio, con el que la víctima había roto 15 días antes, después de nueve años de relación. Un indicio evidente llevó a los agentes a considerarle prácticamente el único sospechoso. Según fuentes de la investigación, José Ángel se había dejado su móvil en el coche donde apareció muerta Isabel Barroso -un Seat Ibiza blanco propiedad de sus padres-. Olvidó el celular pero se llevó las llaves del vehículo. Lo cerró con el mando a distancia. Al llegar a su casa y darse cuenta de que llevaba en el bolsillo dos juegos -el del automóvil de la fallecida y el del suyo propio- se deshizo de las primeras en su garaje, donde escondió el cuchillo. Al cierre de esta edición, no habían aparecido. La Policía cree que pudo encontrarlas algún vecino. Por ello, ha colocado carteles en el portal y el garaje, además de enviar agentes puerta por puerta para atar el último cabo.Los investigadores siguieron la pista del ex novio y no se confundieron. A eso de las 16 horas del jueves una patrulla de la Nacional acudió en busca de J.A.C. a la empresa Carnes Selectas (Campofrío) de Villalonquéjar, donde también trabajaba Isabel Barroso, y lo trasladaron a Comisaría. Desde el principio se mostró muy colaborador. En el interrogatorio, de más de siete horas, reconoció que habían salido juntos del trabajo a las 23 horas del miércoles en el coche de ella. Habían quedado en un establecimiento hostelero cercano al garaje donde apareció muerta la joven. Pero él se fue, explicó en primera instancia, y dejó a su ex en compañía de los amigos con los que estaban. La coartada no convenció a la Policía, que ya estaba con la mosca detrás de la oreja después de que el joven de 34 años asegurara que no tenía padres, cuando en realidad sí los tiene y viven en Valladolid. Algunos extremos de su relato no encajaban.A las 23 horas los inspectores le convencieron para que les dejara registrar su casa, en el número 16 bis de la avenida de la Constitución -Isabel vivía en el 46 de la misma calle-. Llegaron al domicilio y lo primero que hizo la Policía Judicial fue tomar dos testigos para que observaran el registro -tal como establece la Ley-. Los investigadores, según el relato de los vecinos que contemplaron la escena, «no dejaron de preguntar al joven los motivos por los que lo había hecho, que si era por celos» mientras revisaban cada rincón de la casa. Pero él lo negaba todo. Hasta el punto de que intentó inculpar a «un individuo de rasgos africanos, con el pelo muy rizado». El piso -donde vivía solo desde hacía 7 meses- estaba impecable, muy ordenado. Un leve hedor a comida de animales contaminaba el ambiente de la cocina. Vivía con dos gatos, un hámster y un animal exótico.

Tras dos horas en la casa y para sorpresa de los policías, José Ángel C.A. les condujo hasta el garaje. ¿Por qué? No les contestó. En el aparcamiento subterráneo, en un lugar apartado, se agachó, cogió el cuchillo y se lo entregó a los investigadores. El arma -todavía no se sabe si de su propiedad o del matadero donde trabajaba- estaba lavada. Sin embargo, no estaba totalmente limpia, por lo que la Policía Científica podrá detectar restos de la sangre de la chica. Por cierto, la Policía no detectó las heridas de la joven a primera vista. El abrigo verde y la sudadera que llevaba habían absorbido toda la sangre que manó a consecuencia de las cuchilladas. Lo que está claro es que llevaba el arma bien desde el mediodía o bien desde que salió del trabajo, si es que lo cogió en Carnes Selectas.Después de entregar el cuchillo confesó ser el autor del crimen y fue detenido. Lo hizo por celos. Isabel Barroso había empezado a salir con otra persona o estaba a punto de hacerlo, según el mismo José Ángel les dijo. Él, que no había asumido la ruptura, se tomó aún peor la noticia de la nueva relación. De hecho, estuvo 4 días de baja en su trabajo -área de expediciones- en Carnes Selectas (Campofrío). Pese a haberlo dejado hacía 15 días, la pareja seguía viéndose. El miércoles los dos comieron en la casa de los padres de Isabel y se fueron a trabajar en el Seat Ibiza de ella. Mantuvo en la confesión que habían quedado con unos amigos. Pero no se fue solo. Se fue con su ex en el coche de ésta, al volante, como era costumbre. En el aparcamiento de Severo Ochoa discutieron y fue cuándo él le asestó las dos cuchilladas. Después abandonó el coche y se fue a su casa andando. Por eso Isabel apareció en el asiento del copiloto. Los forenses sitúan la muerte sobre las 2 de la madrugada del jueves. Transcurrieron más de 12 horas hasta que fue hallado su cuerpo. Al día siguiente, acudió tan normal a las 15 horas al trabajo, esta vez en su coche, un Opel Zafira, que por la noche se llevó la Policía a Comisaría. El funeral por Isabel Barroso Fernández será hoy en la capilla de la funeraria La Paz a las 12 horas. Después será enterrada en el cementerio de San José.

Como podéis contemplar he puesto en rojo alguno de los fallos:

* "Terminó cantando": Por favor, ¿es que lo se "echó una coplilla" mientras confesaba que había matado a su ex novia?

* "Se dio por vencido tras casi ocho horas de interrogatorio en la comisaría" / "en ese mismo escenario confesó la autoría del homicidio" (garaje del es novio): Primero dice que "se dio por vencido en la Comisaría", a continuación que "lo hizo en su propia casa. Bueno exactamente en el garaje subterráneo de su domicilio" ¿qué hizo?¿la confesión de que la asesinó allí mismo, la entrega del cuchillo? ¡No se aclara ni él!

Parece ser que confesó allí mismo que la había matado en el propio garaje, y entregó el cuchillo. ¿Pero este periodista podía haber encriptado más la información?

* La mezcla de números con letra y con número, propio de un periodista "profesional".

* La cita literal de lo que dijeron los vecinos al periodista, sobre lo que le habían preguntado los investigadores a Miguel Ángel C. A. también errónea.

* El final de la noticia me parece propio de la narrativa, parece que este describiendo en una novela como era la casa. "El piso [...] estaba impecable, muy ordenado. Un leve herdor a comida de animales contaminaba el ambiente de la cocina. Vivía con dos gatos, un hámster y un animal exótico".

¡¡Vergonzoso, que unos periodistas "profesionales" redacten así!!

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